La Organización Mundial de la Salud (OMS) propone una guía práctica para los trabajadores de campo  en lugares afectados por crisis ya sea de índole, natural, desastres por guerras, violencia cultural, etc.

En ella se engloba el efecto de situación de crisis a las personas; como iniciar con los primeros auxilios psicológicos; respetando la integridad de cada ser humano, y los elementos necesarios para establecer la comunicación con los afectados; estar preparado para conocer la situación, y los  principios a tener en cuenta.

Una situación de catástrofe (sea cual sea la naturaleza); implica pérdida, de un familiar, del hogar, de la libertad o del estilo de vida habitual; cada persona reacciona de manera diferente a la situación que se está desarrollando; los niños, adultos mayores, personas con alguna discapacidad física o mental suelen ser los más afectados. 

En general las personas afectadas deben de afrontar la situación, unos mejor que otros; especialmente si las personas no poseen habilidades adecuadas para la crisis se mostraran más vulnerables; esto lleva como resultado a disparar sentimientos de incapacidad, sentirse abrumado por la situación, miedo, estrés, violencia, entre otras respuestas desembocadas por el evento. 

Las personas poseen recursos y capacidades mentales para afrontar los desafíos de la vida, sin embargo, algunas son más susceptibles a las situaciones críticas, y es ahí donde es necesario la ayuda adicional; la necesidad de orientación y capacitación para poseer las herramientas necesarias para manejar la realidad que se está experimentando.

Los primeros auxilios psicológicos o PAP  buscan que las personas afectadas tengan acceso a herramientas  de seguridad, ofrecer calma y esperanza, ofrecer apoyo emocional, físico, mental y social, además de empoderar a las personas haciéndolas capaces de poder ayudar a los demás miembros de su comunidad, así cimentando bases  para la recuperación a corto y largo plazo.