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Eyaculación precoz: causas

La eyaculación precoz (EP) es normalmente conocida como la acción de eyacular demasiado pronto, antes de alcanzar alguna satisfacción sexual, sin la capacidad de controlarla o también antes del tiempo deseado  por el hombre.

Para Grenier y Byers (2001) y Lewis (2004) la eyaculación precoz, (EP) ocurre cuando un hombre eyacula demasiado pronto; en algún caso extremo, la eyaculación puede ocurrir después de la erección, antes que pueda comenzar el coito; también puede demorar en cierto grado, pero no el tiempo que se quisiera y no lo suficiente para satisfacer las preferencias de su pareja.

Algunos expertos prefieren los términos eyaculación temprana o eyaculación rápida por tener menos connotaciones negativas (Grenier y Byers, 2001; Lewis et al., 2004).

¿Qué es la eyaculación precoz?

Algunas de las siguientes definiciones pueden encauzar la idea de eyaculación precoz o prematura; hay ocasiones en el hombre en que puede presentar un solo caso aislado creando la idea que sera asi para siempre. Esto está muy alejado de la realidad.

Este trastorno orgásmico, puede haberse presentado durante lo que se lleva de vida sexual, o un caso aislado.

Academia Internacional de Sexología Médica 

La Academia Internacional de Sexología Médica presenta la siguiente definición de eyaculación precoz basada en el control del reflejo eyaculatorio:

«La eyaculación precoz es la condición persistente o recurrente en que el hombre no puede percibir y/o controlar las sensaciones propioceptivas que preceden al reflejo eyaculatorio.»

La Clasificación de Trastornos Mentales CIE-10:

«La eyaculación precoz es la incapacidad de controlar la aparición de la eyaculación durante el tiempo necesario para que ambos participantes disfruten de la relación sexual.»

El DSM V ofrece los siguientes criterios para catalogar la eyaculación prematura (precoz)

1.  Un patrón persistente o recurrente en que la eyaculación producida durante la actividad sexual en pareja sucede aproximadamente en el minuto siguiente a la penetración vaginal y antes de que lo desee el individuo.

2.  El síntoma del debe haber estado presente por lo menos durante seis meses y se tiene que experimentar en casi todas o todas las ocasiones (aproximadamente 75-100 %) de la actividad sexual (en situaciones y contextos concretos o, si es generalizado, en todos los contextos).

3. El síntoma del criterio inicial provoca un malestar clínicamente significativo al individuo.

4. La disfunción sexual no se explica mejor por un trastorno mental no sexual o como consecuencia de una alteración grave de la relación u otros factores estresantes significativos, y no se puede atribuir a los efectos de una sustancia/medicamento o a otra afección médica.

Según estas definiciones podemos extraer la idea de que la eyaculación precoz o prematura,  es la acción de eyacular siempre antes del tiempo deseado, antes de iniciar el la penetración, o poco tiempo después de introducir el pene; por lo general de uno a dos minutos después. 

Cómo detectar la eyaculacion precoz 

En su libro Psicología de la sexualidad Zapian (2014), menciona que hay dificultades conceptuales para definir propiamente la eyaculación precoz; existen dos dimensiones para tal propósito, están las que se orientan a la investigación y las propias del ámbito clínico.

Las primeras se interesan en la capacidad de cuantificar  la validación de las variables; la segunda tiene por objetivo la identificación de criterios para su diagnóstico; así las dimensiones se pueden ubicar en cuantitativa, satisfacción de la compañera/o, control voluntario, latencia.

1.      La dimensión cuantitativa: 

Esta se refiere al número de impulsos pélvicos (emboladas) que realiza el hombre en el momento de la penetración o coito; pero este criterio puede llegar hacer insuficiente ya que no se toma en cuenta la profundidad de la penetración, el grado de lubricación vaginal, la postura, etc.; en teoría la cantidad de movimientos pélvicos podría ser una unidad cuantificable pero es muy difícil con los elementos antes mencionados.

2.    La satisfacción de la pareja: 

Fue propuesto por Master y Johnson (1966),(de quienes hablaremos más adelante en el tratamiento); concepto que menciona que se podía diagnosticar una eyaculación prematura, cuando el hombre era incapaz de detener la eyaculación al menos el 50% de las veces antes de que su compañera llegara al orgasmo.

En base a ello se toma la dimensión de la pareja; la mayoría de las disfunciones sexuales aparecen en las relaciones sexuales compartidas ya sea con una compañera/o; pero también esto induce a falsos positivos, si no se tiene en cuenta el grado de facilidad o dificultad para hacer llegar al orgasmo a la pareja.

3.       Control voluntario: 

Como un medio para enfrentar las variables que se crean en el momento de la relación sexual, que incluye: la profundidad, la sensibilidad, el ritmo (elemento a tener en cuenta, ya que algunos hombres creen que deben de ser como en las películas pornográficas, cada hombre debe encontrar su ritmo y las limitaciones y capacidades del mismo).

El control voluntario de la eyaculación es siempre una cuestión relativa; este es un reflejo al igual que un estornudo, volviéndose difícil de controlar, por lo tanto involuntario; las personas que no poseen problemas en ello, pareciese que poseen y ejercen control sobre este reflejo, pudiendo acelerar o atrasarlo; mientras que las personas que sí poseen problemas en esta área, sienten que no tienen el más mínimo control sobre el mismo.

4.      Latencia: 

Se refiere al tiempo  de control que se tiene disponible, aquí entra en juego la pregunta ¿cuánto tiempo de control es insuficiente?; desde esa perspectiva los hombres que afirman poseer eyaculación precoz o prematura, manifiestan poseer incapacidad de control sobre el proceso del orgasmo.

En base a esto, sabemos que la eyaculación es un reflejo al igual que un estornudo; reconocemos los momentos previos al mismo, y al igual que un este que puede ser incontrolable; el truco se encuentra en tomar las medidas necesarias para evitar problemas; aquí es donde entran en juego los momentos pre-eyaculatorios o pre-orgásmicos.

Respuesta sexual humana

Para iniciar a identificar las posibles causas de la eyaculación precoz, es necesario conocer la respuesta sexual humana.

Masters y Johnson proponen su conocido modelo de respuesta sexual; recogido en su libro La respuesta sexual humana (1966) que consiste en cuatro fases: excitación, meseta, orgasmo y resolución.

1.      Fase de excitación. 

 Inicia el ciclo de respuesta sexual. Ante determinados estímulos eróticos el sistema sexual se activa y se producen los cambios fisiológicos correspondientes.

La tumefacción genital es el cambio más típico que corresponde a esta fase. Se manifiesta en las modificaciones anatomo-fisiológicos, engrosamiento de los labios vulvares, cambio de tonalidad y sobre todo la aparición de la lubricación vaginal. En el hombre la respuesta equivalente es la erección. La fase de excitación se caracteriza por el grado de tensión sexual que la estimulación provoca.

2.      Fase de meseta. 

Se caracteriza por constituir un alto grado de excitación sexual. No ocurren cambios diferentes, en todo caso se incrementan los producidos en la fase anterior. En esta fase se alcanza el umbral mínimo para la consecución del orgasmo.

3.      Fase de orgasmo.

Se trata de un reflejo que se dispara superado el umbral de excitación. El orgasmo supone la liberación de la tensión provocada por la vasocongestión y la miotonía producida en las fases anteriores.

4.      Fase de resolución. 

La resolución es la fase en la que todos los cambios producidos durante el ciclo vuelven a la normalidad, a sus valores normales

Generalmente el control del reflejo eyaculatorio se realiza en la fase de la meseta; ya que la fase tres que es el orgasmo se compara con un punto de no retorno; una vez gatillado el reflejo será imposible detenerlo para una persona sin medios de control.

Conclusión

La eyaculación precoz o prematura es un trastorno orgásmico que se puede abordar con técnicas que en esencia son sencillas de utilizar; el truco recae en la voluntad y perseverancia de realizarlos.

Los métodos pueden llevar a resultados satisfactorios para los hombres que los aplican; sucede en algunas ocasiones, que no se observan  los resultados esperados, o no son prontos a como lo desearía la persona, cayendo en la desesperación y decepción; es necesario empoderar la idea de ser capaz de dar una vuelta esta situación que puede llegar hacer muy angustiosa.

Los medios para lograr el propósito que se desea estan ahi; depende del hombre educarse y conocer su ritmo, cada quien es una dimensión diferente, lo que es común para unas personas, es difícil para otros; compararse o igualar los sistemas que no se adaptan a las necesidades propias llevará a un ejercicio sin sentido.

Hay muy pocas condiciones biológicas y médicas que justifique la EP, haciendo muy probable que sea cuestión de auto control; se recomienda buscar ayuda con profesionales y determinar cuál es el mejor procedimiento para cada persona.

Aunque por sí solas las técnicas vertidas aquí pueden dar resultados recomendable usar combinación de todas; haciendo hincapié en la búsqueda  de la atención adecuada, para obtener los mejores resultados posibles.


Referencias

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  • Hyde, S.J y Delamater, J.D. (2006). Sexualidad Humana (9. ª ed.). (Vázquez, A  y Jugenson, J. ed. y Bari, S. y Sierra, G. trad.). McGraw-Hill Interamericana.
  • Kaplan, H. (1990). La nueva terapia sexual 2 (1. ª ed., y 3. ª Re.). Medicina y Salud, Alianza editorial.
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  • Westheimer, R y Lehu, P. (2008). Sexo Para Dummies (3. ª ed.). Wiley Publishing, Inc.
  • Zapian, J. (2014).Psicología de la sexualidad (versión digital).www.alianzaeditorial.es.