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Procrastinación

La procrastinación es el acto de retrasar o posponer tareas o actividades que deben realizarse, a menudo optando por realizar otras acciones menos importantes o más placenteras en lugar de aquellas que requieren atención inmediata. Este comportamiento puede ser consciente o inconsciente y suele estar asociado con la falta de motivación, la indecisión, el miedo al fracaso, la falta de organización o una percepción errónea del tiempo necesario para completar las tareas.

Del latín procrastinare, diferir, aplazar, posponer, el acto que se pospone suele percibirse como abrumador, desafiante, inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, es decir, estresante. Por ello, se auto justifica posponerlo a un futuro sine die idealizado.

¿Por qué procrastinamos?

Hay muchas causas diferentes que podrían explicar este comportamiento, dos de las mayores que se observan en nuestras prácticas de orientación son:

Miedo: muchos de nuestros clientes lo experimentan; por el simple hecho de retrasar algunas tareas para evitar lidiar con ellas. Esto resulta en una mayor cantidad de tareas que quedan sin realizar (muchas vinculadas a esa primera tarea), y en sentimientos de frustración abrumadores, falta de actividad y pérdida de control. En estos casos, para comenzar, trabajamos en conjunto con nuestros clientes para identificar la raíz de su miedo y aprender cómo lidiar con ella. Una vez realizado este paso, avanzamos a programas más pequeños como el reducir proyectos en partes pequeñas en vez de verlas como un todo, o en algunos casos solo aprender que habilidades son necesarias para terminar con el trabajo.

Falta de tiempo o mala organización: algunos de nuestros clientes se quejan de tener horarios de trabajo muy ocupados o incluso demasiadas actividades con las que lidiar. La base de todo esto es el mal hábito de posponer cosas y tener plazos muy cortos para arreglarlas. Tenemos un programa especial para organizar su tiempo de forma frutífera; como resultado sus niveles de estrés se reducen y ganan algo de tiempo ‘libre’ para divertirse con otras actividades más placenteras. Mantener una agenda y usarla propiamente es una forma fantástica de lograr hacer las cosas. Requiere de práctica, planificar a tiempo las actividades, ser realista con las tareas y el tiempo necesario para realizarlas, y tener la voluntad de aprender de los errores.

Consecuencias

La procrastinación puede tener diversas consecuencias negativas, tales como:

  1. Estrés y ansiedad: La acumulación de tareas pendientes puede generar una sensación constante de estrés y ansiedad, especialmente a medida que se acerca la fecha límite para su realización.
  2. Bajo rendimiento: Postergar tareas puede llevar a realizar un trabajo apresurado y de menor calidad, lo que puede afectar negativamente el rendimiento académico o laboral.
  3. Problemas de salud: El estrés y la ansiedad relacionados con la procrastinación pueden tener efectos adversos en la salud física y mental.
  4. Deterioro de relaciones: La procrastinación puede afectar las relaciones interpersonales si las tareas pendientes están relacionadas con compromisos hacia otras personas.

Procrastinación y la autoestima

Ya que factores como la autodisciplina, el autocontrolarse, no dejar para mañana lo que esta agendado para hoy favorecen el autoconcepto. Un aspecto que pareciese no relacionarse con la autoestima, pero que esta íntimamente ligado a ella es la disciplina y la procrastinación. La procrastinación se alimenta de una falta de autodisciplina, así que hacer aquello que se debe hacer aumenta nuestro sentido de capacidad y fortalece el autoestima.

No siempre es fácil identificar el hábito de procrastinar debido a que parece tan simple quedarse en la zona de confort al dejar para después lo que se debe hacer en este momento. Las ramificaciones de este hábito no son obvias para el que lo está realizando inicialmente, sino hasta que los efectos pueden sentirse. Estos efectos pueden dejar cicatrices permanentes en todos los involucrados en situaciones en las que la procrastinación es practicada.

¿eres un procrastinador?
¿Eres un procrastinador?

Procrastinación en el cuerpo

Tenemos que entender que creamos estados completamente diferentes usando nuestra fisiología y representación interna. Cuando comprendamos esto, seremos capaces de cambiar, interrumpir y cambiar de estado cuando lo necesitemos. Cuando estabas procrastinando, estabas usando tu fisiología en una forma particular. Tu respiración era probablemente lenta y superficial, tus músculos estaban caídos, tus ojos estaban mirando abajo y tus músculos faciales se encontraban probablemente flácidos.

¿Cómo combatimos la procrastinación?

Para combatir la procrastinación, se pueden utilizar diversas estrategias, como la gestión del tiempo, el establecimiento de metas claras y alcanzables, la creación de un entorno de trabajo libre de distracciones, la técnica Pomodoro (trabajar en intervalos de tiempo determinados con descansos breves) y el desarrollo de hábitos de trabajo más disciplinados.

Algunas técnicas son:

  1. Técnica Pomodoro:
    • Descripción: Trabaja durante 25 minutos ininterrumpidos y luego toma un descanso de 5 minutos. Después de cuatro ciclos, toma un descanso más largo de 15-30 minutos.
    • Ventajas: Esta técnica ayuda a mantener la concentración y evita el agotamiento mental.
  2. Descomposición de tareas:
    • Descripción: Divide tareas grandes y abrumadoras en partes más pequeñas y manejables.
    • Ventajas: Facilita el inicio de la tarea y reduce la sensación de estar abrumado.
  3. Establecimiento de metas SMART:
    • Descripción: Asegúrate de que tus metas sean Específicas, Medibles, Alcanzables, Relevantes y con un Tiempo definido.
    • Ventajas: Ayuda a crear objetivos claros y alcanzables, lo que facilita su realización.
  4. Prioriza tareas con la matriz Eisenhower:
    • Descripción: Clasifica tus tareas en cuatro cuadrantes:
      1. Importante y urgente,
      2. Importante pero no urgente,
      3. No importante pero urgente,
      4. No importante y no urgente.
    • Ventajas: Ayuda a identificar y enfocarse en las tareas más importantes.
  5. Utiliza listas de tareas:
    • Descripción: Haz una lista diaria de tareas pendientes y marca las que vayas completando.
    • Ventajas: Te proporciona una sensación de logro y te mantiene organizado.

¿Qué podemos aprender?

Procrastinar no solo es un retraso en el cumplimiento de tareas; es también una ventana hacia nuestra mente y emociones. A menudo, la procrastinación se alimenta de la ansiedad, la perfección y el miedo al fracaso. Postergamos porque tememos no cumplir con las expectativas, porque la tarea parece abrumadora o simplemente porque no encontramos la motivación suficiente.

Las técnicas para combatir la procrastinación son herramientas que nos ayudan a enfrentarnos a estas barreras internas. Sin embargo, más allá de las técnicas, es crucial entender y aceptar nuestras propias limitaciones y áreas de mejora. Reconocer que somos propensos a postergar no debe ser una fuente de culpa, sino un punto de partida para el cambio.

Conclusión

Finalmente, luchar contra la procrastinación es un proceso continuo. Es un viaje de autodescubrimiento y autoeficacia que nos ayuda a construir una vida más organizada y menos estresante.

Referencias

  • Carter, L. (2019). Deja de procrastinar hoy. Edición Kindle.
  • Poletti, R. (2008). Cuaderno de Ejercicios para Aumentar la Autoestima. Terapias Verdes.