Psico-Guia

Para orientar y abordar de manera practica la psicología.

Ánimo

Técnica de la tortuga

Es una técnica que se utiliza para el control de las emociones y los impulsos disruptivos en niños; es útil en aquellos que se enfurece fácilmente.

La técnica de la Tortuga (Schneider y Robin, 1990) es muy útil en niños con TDAH que tienen asociadas conductas agresivas.

Suele aplicarse también con niños de primaria para ofrecer herramientas que faciliten la canalización de la ira de manera adecuada; al surgir situaciones que provoca una respuesta agresiva, la técnica será un medio para  mantener el autocontrol y evitar reacciones inadecuadas (agresión, gritos, pataletas, etc.).   

El entrenamiento se desarrolla en 4 fases, que suceden a lo largo de 6 semanas; puede implementarse por psicólogos u otros especialistas, e incluso por los mismos maestros en el aula. En la primera fase (semanas 1 y 2) se enseña al niño a responder a la palabra “tortuga” cerrando los ojos, pegando los brazos al cuerpo, bajando la cabeza al mismo tiempo que la mete entre los hombros, y replegándose como una tortuga en su caparazón. En la segunda fase (semanas 3 y 4) el niño aprende a relajarse. Se logra esto, tensando todos los músculos mientras aplica la técnica de la tortuga dentro de su caparazón, manteniendo la tensión por unos momentos, y luego se da la indicación de relajar todo el cuerpo a la vez.  

En la tercera fase (semana 5) se espera que los niños aprendan a utilizar la técnica de forma general (posición en el caparazón  y relajación muscular ) en diferentes momentos. 

En la semana seis, en donde se aplica la última fase, se enseñan estrategias de solución a los problemas interpersonales.  

Técnica 

La técnica consiste en contar el cuento de la tortuga, con el cual los niños pueden identificarse; se puede hacer uso de un peluche o de un cartel que muestre las fases del control que aprende la tortuguita.

Después del cuento se hace el truco del caparazón, el cual consiste en pegar con fuerza los brazos al cuerpo y meter la cabeza  entre los hombros, sintiéndose muy tenso y pensar: proponiendo realizarse las siguientes preguntas, ¿Qué problema tengo?, ¿Cómo me siento?, ¿Qué puedo hacer para no sentirme así? Tras un breve momento de tensión la tortuguita asoma la cabeza, ahora estará muy  relajada y feliz..

La tortuguita

Como ya se  mencionó, es una técnica muy utilizada con niños que se enfadan con facilidad. Se ha comprobado que es muy eficaz a la hora de controlar y encauzar rabietas.

Pero su utilidad no termina ahí, es muy positiva para el trabajo con todo tipo de niños y en las más variadas situaciones.

Recursos: Cuento de la tortuguita y un peluche de una tortuga (opcional).

El cuento trata de una pequeña tortuga que tiene problemas en la escuela debido a su impulsividad. Un día la tortuguita se encuentra con una tortuga vieja y sabia y le cuenta su problema. La vieja tortuga le hace saber el secreto para solucionar todos los problemas de manera que es la misma tortuguita la que tiene la solución: su propio caparazón. Le explica que cada vez que sienta rabia y se encuentre frente a un conflicto,debe meterse en su caparazón, respirar hondo y decir qué problema tiene y cómo se siente. Así la tortuguita conseguirá estar más calmada y podrá buscar solución a sus problemas. A los niños se les puede enseñar que cada vez que a ellos les pase lo que a la tortuguita, pueden cruzar los brazos en el pecho, cerrar los ojos e inclinar la cabeza para poder calmarse y buscar una solución.

Es importante recordar que el objetivo de la técnica es dar un espacio para que el niño aprenda a controlar sus impulsos y respuestas disruptivas; también a buscar una solución a ellos, no a reprimirlos de ninguna manera.  

El cuento de la Historia de una tortuga

En una época muy remota vivía una tortuga joven y elegante. Tenía ____ años de edad y justo entonces acababa de empezar _____ curso.

Se llamaba Tortuguita. A Tortuguita no le gustaba ir al colegio. Prefería estar en casa con su madre y su hermanito. No quería estudiar ni aprender nada de nada; sólo le gustaba correr y jugar con sus amigos o pasarlas horas muertas viendo la televisión. Le parecía horrible tener que hacer cuentas y más cuentas; y aquellos horribles problemas de matemáticas que nunca entendía.

Odiaba con toda el alma leer y lo hacía bastante mal y era incapaz de acordarse de apuntar los deberes que le mandaban. Tampoco se acordaba nunca de llevar los libros al colegio. En clase, jamás escuchaba a la profesora y se pasaba el rato haciendo ruidos que volvían locos a todos. Cuando se aburría, y sucedía muy a menudo, interrumpía la clase chillando o diciendo tonterías que hacían reír a todos. En ocasiones, intentaba trabajar pero lo hacía rápido para terminar cuanto antes y se volvía loca de rabia cuando, al final le decían que lo había hecho mal.

En una época muy remota vivía una tortuga joven y elegante. Tenía ____ años de edad y justo entonces acababa de empezar _____ curso. Se llamaba Tortuguita. A Tortuguita no le gustaba ir al colegio. Prefería estar en casa con su madre y su hermanito. No quería estudiar ni aprender nada de nada; sólo le gustaba correr y jugar con sus amigos o pasarlas horas muertas viendo la televisión. Le parecía horrible tener que hacer cuentas y más cuentas; y aquellos horribles problemas de matemáticas que nunca entendía. Odiaba con toda el alma leer y lo hacía bastante mal y era incapaz de acordarse de apuntar los deberes que le mandaban.Tampoco se acordaba nunca de llevar los libros al colegio. En clase, jamás escuchaba a la profesora y se pasaba el rato haciendo ruidos que volvían locos a todos. Cuando se aburría, y sucedía muy a menudo, interrumpía la clase chillando o diciendo tonterías que hacían reír a todos. En ocasiones, intentaba trabajar pero lo hacía rápido para terminar cuanto antes y se volvía loca de rabia cuando, al final le decían que lo había hecho mal.

Cuando esto sucedía arrugaba las hojas o las rompía en mil pedazos. Así transcurrían los días. Cada mañana, camino del colegio, se decía a sí misma que iba a esforzarse todo lo posible para que no la castigasen en todo el día. Pero, al final, siempre acababa metida en algún lío. Casi siempre se enfurecía con alguien y se peleaba constantemente, aunque sólo fuera porque creía que el que le había empujado en la cola, lo había hecho a propósito. Se encontraba siempre metida en dificultades y empezó a estar harta del colegio. Además, una idea empezó a rondar le por la cabeza; «soy una tortuga muy mala», se decía.

Estuvo pensando esto mucho tiempo sintiéndose mal, muy mal. Un día, cuando se sentía más triste y desanimada que nunca, se encontró con la tortuga más grande y más vieja de la ciudad. Era una tortuga sabia, tenía por lo menos 100 años y su tamaño era enorme. La tortuga sabia se acercó a Tortuguita y le preguntó qué le ocurría. Tortuguita tardó en responder impresionada por semejante tamaño. Pero la vieja tortuga era tan bondadosa como grande y estaba deseosa de ayudarla. «¡Hola!», dijo con voz inmensa y rugiente, «voy a contarte un Secreto. ¿No comprendes que llevas sobre ti la solución para los problemas que te agobian?»

Tortuguita no sabía de qué le estaba hablando. «¡Tu caparazón, tu caparazón!», exclamó la tortuga sabia, «¡para eso tienes una coraza! Puedes esconderte en su interior siempre que te des cuenta de que lo que estás haciendo o diciendo te da rabia. Entonces, cuando te encuentres dentro de tu concha dispondrás de un momento de tranquilidad para estudiar tu problema y buscarla mejor solución. Así que, ya lo sabes, la próxima vez que te irrites, métete inmediatamente en tu caparazón».

En una época muy remota vivía una tortuga joven y elegante. Tenía ____ años de edad y justo entonces acababa de empezar _____ curso. Se llamaba Tortuguita. A Tortuguita no le gustaba ir al colegio. Prefería estar en casa con su madre y su hermanito. No quería estudiar ni aprender nada de nada; sólo le gustaba correr y jugar con sus amigos o pasarlas horas muertas viendo la televisión. Le parecía horrible tener que hacer cuentas y más cuentas; y aquellos horribles problemas de matemáticas que nunca entendía. Odiaba con toda el alma leer y lo hacía bastante mal y era incapaz de acordarse de apuntar los deberes que le mandaban.Tampoco se acordaba nunca de llevar los libros al colegio. En clase, jamás escuchaba a la profesora y se pasaba el rato haciendo ruidos que volvían locos a todos. Cuando se aburría, y sucedía muy a menudo, interrumpía la clase chillando o diciendo tonterías que hacían reír a todos. En ocasiones, intentaba trabajar pero lo hacía rápido para terminar cuanto antes y se volvía loca de rabia cuando, al final le decían que lo había hecho mal.

A Tortuguita le gustó la idea y estaba impaciente por probar su nuevo secreto en el colegio. Llegó el día siguiente y, de nuevo, Tortuguita cometió un nuevo error que estropeó su hoja de papel blanco y reluciente, empezó a experimentar otra vez sentimientos de furia y rabia, y cuando estaba a punto de perder la paciencia y arrugar la hoja, se acordó de lo que le había dicho la vieja tortuga. Rápida como el rayo, encogió sus brazos, piernas y cabeza, apretándolas contra su cuerpo, deslizándose hacia el interior de su caparazón. Permaneció así hasta que tuvo tiempo de pensar que era lo mejor que podía hacer para resolver su problema con la hoja.

Fue estupendo para ella encontrarse allí tan tranquila y confortable dentro de su concha donde nadie podía molestarla.Cuando por fin salió de su concha, se quedó sorprendida al ver que su maestra le miraba sonriente. Tortuguita explicó que se había puesto furiosa porque había cometido un error. La maestra le dijo que estaba orgullosa de ella porque había sabido controlarse. Luego, entre las dos, resolvieron el fallo de la hoja.

Parecía increíble que con una goma y borrando con cuidado, la hoja pudiera volver a quedar limpia.Tortuguita continuó aplicando su secreto mágico cada vez que tenía problemas, incluso en el recreo. Pronto, todos los niños que habían dejado de jugar con ella por su mal carácter, descubrieron que ya no se enfurruñaba cuando perdía en un juego ni pegaba a todo el mundo por cualquier motivo.

Al final del curso, Tortuguita aprobó todo y jamás le faltaron amigos.

Algunas preguntas que se pueden usar durante la narración son:

¿Te sucede/les sucede lo mismo que a la tortuguita?

¿Cómo te sientes/sienten?

¿ Cual acción haces en ese caso?

¿Qué harías en el lugar de la tortuguita?

¿Qué te parece/parecen lo que finalmente ha hecho la protagonista del cuento?

¿Creés que de ahora en adelante le irá bien en la escuela/hogar?

¿El truco del caparazón sólo lo puede usar cuando está en la escuela/hogar?

¿Qué otras soluciones le podríamos proponer a la tortuguita?

En una época muy remota vivía una tortuga joven y elegante. Tenía ____ años de edad y justo entonces acababa de empezar _____ curso. Se llamaba Tortuguita. A Tortuguita no le gustaba ir al colegio. Prefería estar en casa con su madre y su hermanito. No quería estudiar ni aprender nada de nada; sólo le gustaba correr y jugar con sus amigos o pasarlas horas muertas viendo la televisión. Le parecía horrible tener que hacer cuentas y más cuentas; y aquellos horribles problemas de matemáticas que nunca entendía. Odiaba con toda el alma leer y lo hacía bastante mal y era incapaz de acordarse de apuntar los deberes que le mandaban.Tampoco se acordaba nunca de llevar los libros al colegio. En clase, jamás escuchaba a la profesora y se pasaba el rato haciendo ruidos que volvían locos a todos. Cuando se aburría, y sucedía muy a menudo, interrumpía la clase chillando o diciendo tonterías que hacían reír a todos. En ocasiones, intentaba trabajar pero lo hacía rápido para terminar cuanto antes y se volvía loca de rabia cuando, al final le decían que lo había hecho mal.

Aprender a relajarse 

La importancia de la aplicación de técnicas de relajación, en conjunto con otras herramientas permiten ser un medio para un fin, ya que la importancia de estas recae en dotar de habilidades a los individuos para hacer frente a las tensiones del ambiente.

Dependiendo de la edad del niño se pueden adaptar diferentes técnicas de relajación. Las técnicas de Koeppen permiten que el niño aprenda a relajar diferentes grupos musculares, facilitando su comprensión. 

Se puede iniciar reconociendo la diferencia entre tensar y relajar los músculos, algunos juegos o dinámicas pueden ser muy útiles para ello, el niño aprenderá que cuando está molesto, nervioso o con miedo, algunos de sus músculos se tensan, al reconocer esas sensaciones, puede poner en práctica las técnicas de relajación, y tratar de tomar él mismo el control de la situación.

En una época muy remota vivía una tortuga joven y elegante. Tenía ____ años de edad y justo entonces acababa de empezar _____ curso. Se llamaba Tortuguita. A Tortuguita no le gustaba ir al colegio. Prefería estar en casa con su madre y su hermanito. No quería estudiar ni aprender nada de nada; sólo le gustaba correr y jugar con sus amigos o pasarlas horas muertas viendo la televisión. Le parecía horrible tener que hacer cuentas y más cuentas; y aquellos horribles problemas de matemáticas que nunca entendía. Odiaba con toda el alma leer y lo hacía bastante mal y era incapaz de acordarse de apuntar los deberes que le mandaban.Tampoco se acordaba nunca de llevar los libros al colegio. En clase, jamás escuchaba a la profesora y se pasaba el rato haciendo ruidos que volvían locos a todos. Cuando se aburría, y sucedía muy a menudo, interrumpía la clase chillando o diciendo tonterías que hacían reír a todos. En ocasiones, intentaba trabajar pero lo hacía rápido para terminar cuanto antes y se volvía loca de rabia cuando, al final le decían que lo había hecho mal.

Solución a los problemas

Entendida y aplicada la técnica y su correcta reproducción ante situaciones que generan respuestas disruptivas, se procede a las pautas para lograr las soluciones más adecuadas para aquello que suscitó la reacción.

Para lograr la solución a los problemas de manera adecuada se proponen 5 pasos los cuales consisten en:

  1. Definición muy clara de la situación problemática.
  2. Pensar cosas para hacer frente a la situación problemática.
  3. Evaluar las consecuencias de cada una de ellas y seleccionar la mejor.
  4. Poner en práctica la solución elegida. 
  5. Verificar los resultados.  

Una de las maneras en las cuales se propone que se inicie la técnica de solución de problemas, es por medio de un cuento/ relato que proponga un dilema cotidiano y comprensible para los niños; algo con lo que puedan identificarse.

Manuel me ha dicho tonto, y he sentido las ganas de pegarle, hice la tortuga, me meti en mi caparazon y luego me relaje, no le he pegado a Manuel, pero como puedo solucionar mi problema.

Luego de plantear la situación se procede a los pasos 2 y 3, se les alienta  a buscar soluciones luego de realizada la técnica, cada opción propuesta para manejar el dilema, debe de pasar por la evaluación de consecuencias tanto negativas como positivas, si el niño no puede encontrar una respuesta al dilema, habrá que suministrarle una, pero como última instancia.

Se enfatiza lo aprendido a través de los pasos 4 y 5, al poner en práctica la solución elegida, se  identifica y refuerza el peso de la decisión, y después se observa si los resultados de la elección fueron funcionales.

Refuerzo para su mantenimiento 

Para lograr que la técnica se mantenga en el tiempo, es ideal el refuerzo positivo, esto requiere que tanto los padres como los administradores de la técnica, otorguen alabanzas por su buen uso, también con ánimos y muestras de cariño apropiadas ( abrazos, halagos, etc.).

También haciendo un registro semanal de las veces que la uso, y las opciones tomadas para la correcta solución de los problemas en los cuales se hizo necesaria la aplicación de la técnica. 

Practicar de vez en cuando la tortuga, pedir su replicación en algunos momentos para verificar su adecuado uso.  Enfatizar siempre la importancia en la búsqueda de soluciones a los conflictos.

Conclusión 

La técnica de la tortuga es una muy buena herramienta para fomentar el autocontrol de los impulsos y de las conductas disruptivas en los niños, debido a la facilidad con la que puede ser aplicada por un amplio abanico de profesionales, que generalmente trabajan con ellos, es una de las técnicas más populares y accesibles en relación a su objetivo, permitiendo que haya diferentes variantes que bien pueden ser más óptimas para ciertos propósitos específicos.


Referencias 

Aguierre, L (2018, 20 de noviembre). Qué es la Técnica de la Tortuga y cómo aplicarla correctamente. https://www.psicoayudainfantil.com/tecnica-de-la-tortuga/

Casas, A. y Ferrer, M. (2010) Tratamientos Psicosociales Eficaces para el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. Universidad de Valencia.https://www.orientacionandujar.es/wp-content/uploads/2017/03/TE%CC%81CNICAS-RELAJACIO%CC%81N-PARA-NIN%CC%83OS-.pdf

Osorio, L. (s.f.).  TDAH: Relajación muscular de Koeppen para el control de la ansiedad en niños.https://www.fundacioncadah.org/web/articulo/tdah-relajacion-muscular-de-koeppen-para-el-control-de-la-ansiedad-en-ninos-.html

Schneider, M. (s.f.). “La técnica de la “tortuga”: un método para el autocontrol de la conducta impulsiva”.  http://www.aprendiendocon-tdah.com/materiales/la_tecnica_de_la_tortuga.pdf