La palabra ánimo proviene del latín «animus» que a su vez deriva de la palabra griega cuya equivalencia en español sería “soplo».
El ánimo se puede entender como la energía; como la voluntad, esfuerzo, valor, deseos, decisión y otros estados mentales que nos mueven a actuar de una forma u otra.
Humor
Un estado de ánimo se puede describir como una manera de estar; que es más o menos predominante y que se mantiene por períodos de tiempo más largos; a esto es lo que llamamos humor.
Del griego timos(soplo), timia, en psiquiatría/psicología; es sinónimo de afectividad, un humor agradable o desagradable y que es frecuente en nuestro actuar, ideas, pensamientos y sensaciones, como parte de diferentes rasgos que nos acompañan y nos definen.
Usos de «timia«
Estos son algunos términos que utilizan la palabra «timia» para referirse a diferentes estados de afectividad o humor/ánimo.
- Es así como normotimia designa la ausencia de trastornos del humor; timoanaléptico es sinónimo de antidepresivo.
- Hipertimia designa una elación del humor (humor eufórico o más generalmente pasional).
- Atomía es un humor “abatido”, “embotado”, término que se utiliza a veces en la esquizofrenia.
- La ciclotimia, se utiliza en el trastorno caracterizado por importantes variaciones afectivas.
- Distimia, que se trata de una depresión crónica, el DSM 5 la refiere como un trastorno depresivo persistente.
- Eutimia se utiliza para hablar del humor neutro.
Estado de ánimo, emociones y sentimientos
Las emociones y los sentimientos son parte de nuestra estado del ánimo; las emociones como respuesta a un evento y los sentimientos como la relación cognitiva o el significado que le damos a nuestras emociones, esto alimenta nuestro estado de ánimo, además de otros factores como ambientales y biológicos. El estado de ánimo, o humor dominante a diferencia de otros elementos como las emociones o sentimientos, es más duradero, menos intenso y más específico.
En conclusión el ánimo, no solamente es cómo nos sentimos, es un estado que permanece; al cual le podemos dar una valoración; que en psicología, psiquiatría, medicina o lenguaje científico se conoce como «tímia»; facilitando reconocer la naturaleza e intensidad del estado de ánimo que se presenta en la consulta, y a su vez, proporcionar guía desde dicha perspectiva.